de RED DANZA
FOLCLÓRICA DE BOGOTÁ D.C.
Lunes, 14 de
febrero de 2011 a
la(s) 16:56 ·
Por RODOLFO SOLMOIRAGO (Argentina)
- Ponencia
MARIMONDAS DE PESCAITO |
RESUMEN
En contrapartida
contamos con miles de instituciones que enseñan las danzas folklóricas en
distintos grados de investigación, pero que al pretender transformarlas al
espectáculo, igual que los anteriores, procrean, desfiguran y modifican de tal
manera, quedando extraño a la identidad cultural de los pueblos que pretenden
representar.
La finalidad de
esta investigación es tratar de definir una clasificación, en base de lo que se
esta haciendo para que pueda servir de equilibrio entre ambas partes,
tornándose necesaria cuando haya comparación y análisis de las obras, ella
podría orientar al artista a dirigir su creación a una propuesta clara y
definida, haciendo que el propio publico sepa lo que esta viendo. No se tratará
de definir lo que es una proyección folklórica, sino una clasificación de la
evolución escénica de esa proyección.
En América Latina
desde 1950 a
1960 aproximadamente, comenzó el interés por los ballets folklóricos, y de
hecho fue él período en que aparecieron los mas significativos “ballets
nacionales”: Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández en México y el
Ballet Folklórico Argentino de Santiago Ayala “El Chúcaro” en Argentina. El
turismo tuvo y tiene todavía gran incumbencia en el impulso de esta actividad y
algunos atribuyen la influencia del Ballet Moiseyev en su gira latinoamericana,
del cual podemos decir: Que Igor Moiseyev fue graduado en el ballet del Teatro
Bolshói en 1924, donde bailó hasta 1939. En 1936 se le encargó la dirección del
Teatro de Arte Folklórico de Moscú, y al año siguiente fundó el primer conjunto
de este tipo en la
Unión Soviética. Inicialmente estaba compuesto por artistas
aficionados, pero fue nutriendo de profesionales y alcanzó el nombre de
Conjunto Estatal Académico de Danzas Populares de la Unión Soviética ,
aunque siempre reconoció mundialmente como Ballet Moiseyev.
Aunque en
Argentina hubo antecedentes en 1921, cuando el argentino, músico, Andrés
Chazarreta de la Provincia
de Santiago del Estero, trae al Teatro Politeama de Buenos Aires un espectáculo
con bailarines típicos, que actuara con rotundo éxito y, Joaquín Pérez
Fernández que también lo lograra, con creaciones que pertenecían al género
latinoamericano y español, no tuvieron en la danza la continuidad y
trascendencia que pudieran alcanzar en fechas posteriores.
No obstante en
todo ese período y hasta nuestros días, fueron surgiendo academias y cuerpos de
bailes, de distintos niveles y características, algunos convertidos en
gigantescas redes, que dependían exclusivamente de la prudencia,
responsabilidad y honestidad de sus directores.
Clasificaciones y
definiciones para la proyección de la danza folklórica a la escena, casi no
hubo. Si existió para el folklore en general por Augusto Raúl Cortazar,
Director del Fondo Nacional de las Artes de Argentina entre 1953 y 1974, que
define "manifestaciones producidas fuera del ambiente geográfico y
cultural de los fenómenos folklóricos que las originan o inspiran, por obra de
personas determinadas o determinables que se basan en la realidad folklórica
cuyo estilo, forma o carácter trasuntan y reelaboran en sus obras e
interpretaciones destinadas al público en general, perfectamente urbano, al
cual se transmiten por medios mecánicos e institucionalizados, propio de la
civilización vigente en el momento que se considera", como podemos darnos
cuenta, una proyección no es folklore, es una elaboración más o menos artística
de un hecho percibido en la realidad del acontecer comunitario.
En los 60 ya se hablaba de “proyección folklórica”, pero solamente para la música, a partir de la revolución que se desarrollo en esa época en ese ámbito. Actualmente en muchos países latinoamericanos ya se usa para las producciones de la música y la danza, y en otros el de: “proyecciones estéticas”.
En el Paraguay,
el Ministerio de Educación y Cultura a través de su Departamento de Difusión
Cultural y para sus academias de danza incorporadas, crea tres grados de
proyección, inspirados en una proyección (toma los pasos y las formas
folklóricas) para la “Danza Paraguaya”, donde excluyen la palabra “folklórica”
por tratarse de una creación netamente artística, inspirada en motivos
populares, hechos folklóricos, leyendas, personajes, la cual fue codificada y
academizada por ese organismo de gobierno. Tiene más libertad de acción para la
proceso de creación y la clasificación de los tres niveles 1º, 2º y 3º grado,
están prácticamente implantados.
Cabe destacar que
en Argentina también definen como “proyección folklórica” o “proyecciones
originales”, a las coreografías de danza que tienen autor de música y
coreografía propia, inspiradas en el folklore, algunos autores las llaman de
“danzas peñeras”. Se pueden encuadrar dentro de esta modalidad: La Fortinera , El Cielito de
Buenos Aires, El Cielito de la
Independencia , El Tuaj, etc., se continúan creando y
surgiendo nuevas expresiones de música y coreografía. Algunos autores,
propietarios de importantes redes de academias, las han instaurado
equivocadamente como “folklóricas”.
El Festival de
Cosquín en Argentina desencadenó en los años 60 y 70 un "boom del
folclore", por referencia a la música característica del denominado
"interior" del país, Cosquín impulsó una renovación de la música
folklórica de gran alcance popular, especialmente entre los jóvenes, que tuvo
su correlato en toda América del Sur, y que ha persistido en el gusto musical
argentino desde entonces, también influyó en la danza a través de sus
preselecciones por todo el país, con la siguiente clasificación: Tradicional,
estilizada y/o argumentada.
En 1998,
oportunidad en que este autor coordinaba la mayor red de concursos de
Sudamérica (60 hoy son 170), y ante la necesidad de que la división o
clasificación de la proyección de la danza folklórica a la escena se
concretice, promovió y coordino en Santa Cruz de la Sierra , Bolivia, el I
Congreso Latinoamericano de Danza Folklórica, escogiendo ese país mediterráneo
como sede, por considerarlo el menos contaminado por influencias foráneas y
modismos internacionales. Con apoyo el Centro Municipal de Investigaciones
Folklóricas, en cuyo congreso se establecieron tres divisiones exclusivamente
para la proyección de la danza folklórica a partir de la tradicional.
En el año 2000,
también organizo el Simposio Internacional de Estilización Folklórica en
Corrientes, Argentina, con el Auspicio del Ministerio de Educación, donde se establecieron
dos grados de estilización. Así quedo determinado en aquel momento la
clasificación de la danza folklórica proyectada a la escena: tradicional,
proyecciones (y sus tres grados), estilizaciones (y sus dos grados), para
aplicarla en los concursos de la Asociación
Latinoamericana de la Danza-ALAD (90 anuales en 5 países), pero que en
la práctica se sintetizó a: tradicional-proyección-estilización. Convencido de
que este Tratado no completaba las expectativas de la “evolución escénica de
una danza folklórica proyectada al espectáculo”, instituyo anualmente desde el
2004 y hasta la fecha, de forma ininterrumpida e itinerante el: Congreso
Sudamericano sobre el Arte Folklórico, principalmente en donde estuviera
vigente la danza folklórica. Fueron 22 en: Argentina (Corrientes, Tucumán,
Jujuy, Salta, Chaco, Misiones, Córdoba y Mendoza), cinco en Paraguay (Asunción,
San Pedro del Icuamandiyu, Ciudad del Este y Encarnación), uno en Bolivia
(Santa Cruz de la Sierra ),
uno en Quito Ecuador (continua con otro temario).
JOLGORIO DEL CARNAVAL, DE PESCAITO (INFANTIL) |
POLÉMICAS
La mayor polémica
se suscita en lo que es folklore, porque de allí dependerá lo que se deba
proyectar escénicamente con ese nombre y de que manera podrá evolucionar en si
misma. De hecho, en el momento que sale de su ambiente deja de serlo, pero que
es lo que nos da la potestad de usar ese nombre?
La filosofía de
Moiseyev se basaba en mezclar del puro folklore con lo más explosivo tecnicismo
del ballet, sobre todo en los saltos y los giros, y creó un estilo que fue
imitado por muchas compañías folklóricas tanto en las naciones de la Europa oriental y como en
Occidente.
Teniendo en
cuenta que muchas de estas creaciones se han convertido en “danzas
tradicionales”, como por ejemplo Bulba de Moiseyev, en Bielorrusa. Las
creaciones de Mahmaoud Reda en Egipto, y otras tantas latinoamericanas y que,
según la “Ciencia del Folklore”, si el pueblo lo toma como propio se
folkloriza, otra cosa muy diferente es cuando las compañías y los grupos
académicos lo toman y lo transforman en un “repertorio tradicional escénico”.
Seguidamente de
cuales son los limites de la creación y los cambios que se puedan permitir en
función de la escena y el espectáculo.
CONSIDERACIONES
PRELIMINARES:
Hacer de la Danza Folklórica
una profesión y que su ejecutante pueda vivir de su trabajo, sea bailando,
enseñando, coreografiando o dirigiendo, es primordial tener idoneidad y pericia
en la labor que se ejerce, saber lo que se está concibiendo escénicamente, para
luego brindar un producto veraz, lógico y de jerarquía.
La danza como una
necesidad natural del hombre, es un lenguaje universal a través de la expresión
del movimiento, que se torna escénica cuando es dirigida al espectador, y en
función de este, sube al estrado y se modifican estructuras. Se transforma en profesional
cuando el público paga para ver el trabajo de los artistas.
La danza es una
sola, a su manera o modo de expresión le llamamos lenguaje, que ante todo
significa: expresión. En este caso particular el lenguaje folklórico. Llamamos
técnica a la pericia, destreza, habilidad, maestría con que se realizan cada
uno de los movimientos, de mayor grado o no de evolución escénica.
Si bien la Danza Folklórica
proyectada a la escenario, no deja de ser arte y el arte es creación y la
creación no tiene límites, la palabra “folklore” es determinante. Creemos que
lo que se pretende llevar a escena no es el sentimiento del artista, sino el
sentimiento de un pueblo interpretado por el artista.
RUMBA SHOW, DE PESCAITO |
Para entender la Clasificación y
Evolución de la Proyección
de la Danza
Folklórica a la
Escena , debemos hacer un ligero paralelo estructural del
espectáculo, entre lo que es el hecho folklórico y lo que es el hecho escénico
y, lo que es la evolución folklórica y la evolución escénica:
LOS NEGRITOS DE PESCAITO (INFANTIL) |
Hecho
folklórico
Podemos decir que
el hecho folklórico es anecdótico, histórico, único e irrepetible, natural,
espontáneo, vital, cotidiano, tiene un tiempo real (una época, un horario),
como esencia, temporal.
Está comprobado
que desde lo más ancestral, y a pesar de las distancias, los accidentes
geográficos, los pueblos tienen un denominador común en sus necesidades de
expresión. Y principalmente el hecho folklórico no es para ver, sino para
integrarse. No se puede negar que pueda existir un eventual espectador, en ese
caso se diluye la atención en el ambiente en que se desarrolla este hecho.
ALEGRÍA CARIBE, DE PESCAÍTO (INFANTIL) |
Hecho
artístico escénico
El escénico es
modificable, con tiempos determinables, repetible, se maneja con códigos
estéticos y tal vez mágicos.
Sus leyes, principalmente
responden al espacio donde se realiza y a la interacción espectáculo-público.
Generalmente se produce en un recinto cerrado, no necesariamente con techos y
puertas, sino encerrado en un espacio virtual donde va dirigida toda la
atención. En el proceso de satisfacer las necesidades del espectador, llegamos
hoy al escenario ideal: el rectángulo, que se adecua a la perspectiva de la
visión del ser humano, continuando a la caja escénica y hasta lo más avanzado
que es la caja negra con la ambientación del recinto (oscuridad de la sala,
etc.). Ya que todo va en función especifica de la concentración absoluta del
espectador.
RUMBERITOS DE 20 DE JULIO |
La
evolución folklórica
Se desarrollará
en su propio ámbito, por la influencia de diferentes factores: cultura,
política, economía, clima, religión y moral, etc. Sugerimos a los artistas, por
ese motivo anunciar el período al que corresponde su interpretación del
folklore.
CAIMÁN DE SAN JORGE |
La escena
indefectiblemente hace perder lo natural y espontáneo de un hecho, pero esto no
significa un retroceso, al contrario, hace que el hombre use todas sus
cualidades y posibilidades para revivir este acontecimiento que fue real. Ya
que se estará llevando al espectáculo el sentimiento de un pueblo transmitido
por el bailarín, captado por el coreógrafo y equilibrado por el Director.
La evolución
escénica de una danza popular dependerá ahora, de la calidad de los artistas y
de las propias alternativas de la escena (iluminación, sonido, maquillaje,
caracterización, etc.).
Para proyectar la
danza folklórica al espectáculo es necesario conocer el conglomerado (ambiente,
entorno, circunstancia, contexto, ocasión, coyuntura, etc.) que le dio origen,
para poder transmitir en una expresión artística, sea interpretativa o
coreográfica, el verdadero concepto de la misma y contar con la técnica teatral
y dancística, para materializar en su obra elementos acertados que contribuyan
a que esta sea reconocible, creíble y lógica.
PRINCESAS DE JUVENTUD EN MARCHA |
Podríamos
clasificar las proyecciones folklóricas de la siguiente manera:
Proyecciones
de Investigación Folklórica: Lo más aproximado al “hecho folklórico”
posible, serán presentaciones de grupo o conjunto, ya que el mismo es
colectivo. Alcanzar la credibilidad de este hecho, será el logro artístico.
Esto es muy importante para las regiones que cuentan con Folklore vigente. De
preferencia música en vivo, desde luego con los instrumentos folklóricos
originales.
Proyecciones
Tradicionales o Académicas: Son aquellas que conservan su esencia,
raíz, origen y autenticidad en su interpretación, estilos, posturas,
plasticidad rítmica, coreológicas, vestimenta, elementos y música. Son aquellas
a las que comúnmente llamamos “tradicionales” y se presentan de manera
sistematizada. Generalmente no están vigentes y se mantienen escritas, por lo
que se torna necesario mencionar el recopilador. En algunas presentaciones
grabadas de la forma académica han incorporado el piano. Sin embargo están las
netamente tradicionales que se han transmitido de generación en generación,
pero que también estos transmisores de la cultura han hecho “su” sistema de
enseñanza.
Proyecciones
Escénicas: Son aquellas que se inspiran en la realidad folklórica cuyo estilo,
forma o carácter trasladan y adaptan en sus obras e interpretaciones al
espectáculo. Se pueden aceptar algunas modificaciones en las coreografías y
vestimentas, no así en los pasos básicos o fundamentales, los cuales podrán ser
dificultados por la práctica y la técnica. Es fundamental mantener su esencia.
En la vestimenta se podrán adecuar telas adaptando la trama y la urdimbre. Se
podrán introducir accesorios, elementos e implementos, desde luego conservando
su identidad folk.
Proyecciones
Estilizadas: Es el hecho artístico que se produce a
partir de la danza folklórica, en su evolución al nivel teatral. Incorporando
el lenguaje de técnicas de expresión del movimiento con mayor grado de
desarrollo académico para su enriquecimiento y desarrollo escénico. En el
vestuario se respetará en líneas generales el diseño folklórico y tendrá mayor
libertad de adaptación al movimiento. La música será la apropiada, alcanzando
el mismo nivel de la obra que se propone representar. La identidad del lenguaje
folklórico prevalecerá hasta el último grado de su evolución teatral. Saber
enriquecerlo, en el momento justo, hará que se concrete o no, el hecho
artístico.
Para este grado
de representación podemos comparar un conjunto folklórico con una orquesta
sinfónica. La danza y la música en el hecho folklórico nacieron prácticamente
juntas, como producto o resultado de una combinación de elementos, donde el
personaje popular se sintió parte de este proceso en un todo indivisible. La
cantidad de instrumentos que conforman un sinfónica multiplica varias veces los
que integran un conjunto folklórico, sin embargo, un ritmo popular tocado por
esta es fácilmente identificable.
En la danza es lo
mismo, el bailarín, el coreógrafo y el director, deberán estar a la misma
altura del despliegue musical, porque “la música es la danza que se escucha y
la danza la música que se ve”. El bailarín interprete, deberá tener las
cualidades técnicas y artísticas suficientes para interpretar situaciones y
movimientos que requiera el coreógrafo, quien estará preparado para disociar la
música, tanto en su cadencia y esencia folk como, en la métrica exacta donde
articulará los movimientos adecuados al sentimiento o expresión que desea
resaltar, y el director deberá velar para que la obra en cuestión, alcance la
propuesta establecida. Cabe destacar que las grandes obras escénicas de la
danza, de cualquier modalidad, han alcanzado su esplendor, cuando sus
coreografías fueron creadas conjuntamente con su música, o bien cuando fueron
adaptadas por los compositores en función de ella.
Proyecciones
de Inspiración o Fantasía Folklórica: Es la forma escénica de creación que
dimensiona el hecho y/o el ambiente folklórico al espectáculo. Se nutre de los
elementos del paisaje, de la cultura, de la propia danza, etc. La música será
la determinante de la obra a realizar y sus límites son la coherencia y la
lógica. La particularidad de estas, es que son totalmente atemporales, el
espacio es el puramente escénico, y a pesar de llevar un vestuario
característico de una cierta época, es continuamente adaptado al gusto del
creador. Creaciones de este tipo hoy son parte de el repertorio de compañías
folklóricas nacionales, convirtiéndose hasta en tradicionales, y en algunos
países hasta se lo enseña como folklore. Pueden dividirse claramente por el
objeto de inspiración:
a) De una Danza:
Están los que se inspiran en una danza existente a través de su música
específica o aires, modificando totalmente su estructura, conservando apenas
algunos pasos básicos, pero apuntan a la plástica y a la estética de conjunto.
Son atemporales.
b) De un hecho
Folklórico. Toman la idea de un acontecimiento, personaje popular, leyenda,
artesanía, sin ser una danza la transforman en tal.
Se ha convertido
en la “técnica de un lenguaje” artístico, cuando en realidad la danza
folklórica es el lenguaje de un pueblo.
El principal
objetivo de este trabajo ha sido presentar una alternativa, que no se quiere
suponer que sea la única solución posible. La intención fue la de repasar la
corta historia de clasificar la danza folklórica proyectada al espectáculo en
América Latina. La primera opinión que se desprende del análisis efectuado es
que, ninguna posición extrema es beneficiosa, pero creemos que es la
alternativa más ajustada a los requerimientos de la comparación y análisis de
obras.
Aunque la
profesionalización apenas sobrepase los cincuenta años de existencia y mis
estudios comenzó hace veinte, alcanzar el grado de madurez suficiente dependerá
de ambas partes. Los que no sepan interpretar ambos códigos, el folk y el
escénico no contribuirán demasiado al proyecto y ciertamente no van a darle
mucho valor al hecho de conseguirlo.
No es suficiente
estudiar y practicar danzas tradicionales en academias, peñas o grupos
folklóricos, para emprender una obra coreográfica. Aunque en estos lugares se
aprenden un sin numero de ellas, en mayor o menor cantidad, la calidad
dependerá del nombre y trayectoria de cada uno de ellos, no obstante tengan un
inmenso valor al conservar y difundir las tradiciones rurales de una nación, y
hasta a veces, a miles de kilómetros de su lugar de origen.
No es el caso de
incorporar a una danza tradicional, componentes que no tengan nada que ver con
ella, con la licencia de ser una proyección o estilización. Es por eso que aún
queda mucho por recorrer y el movimiento folklórico escénico debería poder mostrar
que es capaz de mantenerse por si solo. El tiempo dirá si esto contribuye a que
las danzas folklóricas del mundo, el día de mañana, no sean todas iguales.
1 comentario:
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